lunes, 23 de mayo de 2016

Rapsodia de tres

mi cama es el mejor escenario
para ésta bellísima pieza de amor y odio,
simplemente interpretada por tres.

Enfermizo es saber que somos distintos
y nuestros envenenados corazones tocan a distintos estilos,
eso irremediablemente nos convierte en una rapsodia de sentimientos y verdades difusas.

El jazz de la pasión asoma en acordes largos y cálidos,
interpretados por él, el promiscuo casto,
el prodigio a la hora de amar, ese que soñar a las damiselas sencillas hace.

La ira me enceguece y entra  a escena mis rápidas
pero muy toscas manos (esas que no saben acariciar y mucho menos amar),
tocando un vals briago e incoherente...

La calma apresurada llega colgada de las manos de  ella,
tocando delicadamente un barroco como si el regazo de un caballero fuese,
esa pieza que toca es de las que desnudan el alma y seducen al odio.

Jazz, vals o algún barroco, fuese lo que fuese,
ya sea que la batuta fuera a izquierda  con aquellas mentiras piadosas
o a derecha con las falacias enmascaradas de amores y pasiones inmortales.

Todo esto se lleva a cabo en ese lugar donde reposan los dulces agravios,
siempre a la misma hora, con las almohadas como las gordas cultas,
esas que están siempre en primera fila y los engaños como las partituras,
esas que engalanan nuestras veladas con traje de desveladas infieles...

pero todo ésto al final, siempre al final deja deja de importar,
ya no es válida la dirección o  el engaño, ya que el telón debe caer
para así abandonar tal engaño tan dulce pero a la vez odioso,
donde ellos sonríen creyéndose vencedores y yo tomo nota y tono
para después olvidar todo aquello que pasa entre nuestros labios y nuestras manos,
porque sencillamente nos gusta jugar al gato y al ratón...
Todo ésto debe suceder simplemente por nuestra ansia de dar magnánimo espectáculo.


1 comentario:

  1. - Se comienza siempre con mayúscula.
    - "ésta" nunca lleva tilde a no ser que sea del verbo estar.
    - "La calma apresurada llega colgada de las manos de ella,
    tocando delicadamente un barroco como si el regazo de un caballero fuese,
    esa pieza que toca es de las que desnudan el alma y seducen al odio." Me gustó ese párrafo.
    - "vencedores y yo tomo nota y tono
    para después olvidar todo aquello que pasa entre nuestros labios y nuestras manos."

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