Al final siempre estará el otoño

Al final de esta avenida siempre estará el otoño.
Los amantes se aman un segundo en él,
eso es suficiente, para ellos es eterno.

Etérea es la vida, eterna la existencia,
marchito pero el hermoso es el amor;
todos corren a la avenida para sorprenderse con la muerte y el amor.

La existencia es amarga con dulces desvanes,
con exquisito y difusos amores de juventud,
pero todo ello son tan breves como la balada de Milanés.

El final es sabio pero triste,
es dulces pero se le enmascara de amargura,
es hermoso, pero duele, aunque ¿qué cosa hermosa no duele?
¿Acaso el amor y la vida no son nuestras mayores aflicciones?