martes, 26 de abril de 2016

Lunes

La silueta de lo acústico desvistió mi alma,
se acostó con mis sentimiento y engatusó a mi mente,
la silueta de la armonía me desveló en el carmesí del domingo.

Es lunes y el dulce maná de la música está en mis labios
cual niño lactante pegado al seno de su joven madre,
me aturde el delirio de lo exquisito, esto en realidad es vivir.

La música aún tiene prendida  mi cama,
pero ella ya no está entre nosotros, mi cama con ella está
pero vive del infame estar sin vivir.
Solo la invoco cuando bohemia necesito.


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